¿POR QUÉ SE PRODUCE lA ARTRITIS REUMATOIDE?

¿Qué es la Artritis Reumatoide?

La artritis (del griego articulación e inflamación) es la inflamación de las articulaciones, que duelen, se hinchan y están calientes al tacto. Es posible que sienta la sensación de que los huesos se frotan entre sí en la articulación. Los elementos básicos de la articulación son los huesos. La membrana sinovial tapiza la superficie interna de la cápsula articular y tiene la misión de fabricar un fluido viscoso, el líquido sinovial o articular, que rellena la cavidad articular y actúa como un lubricante que reduce el roce entre las estructuras de la articulación. La cápsula articular es una envoltura que, a modo de saco, engloba toda la articulación. En este momento, los pacientes con AR tenían una disminución significativa de la esperanza de vida debido a una actividad inflamatoria relativamente incontrolada de la AR combinada con una mayor incidencia de comorbilidades y efectos secundarios graves relacionados con el tratamiento. Algunos, como la clase anti-TNF (por sus siglas en inglés), se han usado desde el comienzo del año 2000. En conjunto este nuevo grupo de DMARD se conocen con otro nombre – agentes biológicos (o agentes de respuesta biológica). El tratamiento farmacológico se basa en la administración de fármacos antiinflamatorios, corticoides e inmunosupresores, dependiendo de la gravedad del cuadro.

Puede que tu médico te pida que te hagas pruebas de sangre periódicamente u otras pruebas, para determinar la efectividad del tratamiento y la presencia de cualquier efecto secundario. Hueso: Ciertas enfermedades médicas del hueso. Tal término, que proviene del griego y significa «flujo», se empleaba antiguamente en el contexto de la denominada «teoría de los humores», cuando se pensaba que las enfermedades reumáticas se producían por el flujo de un humor hacia las articulaciones, provocando su inflamación. Hace dos décadas, las opciones de tratamiento disponibles no eran efectivas para muchas personas con artritis reumatoide (AR) y otras enfermedades inflamatorias reumáticas. Estos agentes biológicos disminuyen el proceso inflamatorio que en última instancia causa el daño en las articulaciones que se ve con la artritis reumatoide. Durante los brotes sintomáticos, las articulaciones afectadas están hinchadas, tumefactas y calientes, resultan dolorosas y cuesta moverlas, sobre todo tras el reposo nocturno. El tratamiento de la AR consiste en una serie de medidas generales relacionadas con el estilo de vida, el reposo y el ejercicio, junto con una terapia farmacológica en la que puede emplearse una amplia gama de medicamentos; además, en algunos casos, se indica la aplicación de determinadas intervenciones quirúrgicas.

Tratamientos para uno mismo incluyen: la educación de la artritis, programas de ejercicio, descanso, relajación, tensión, comiendo comidas bien-balanceadas y manteniendo el peso apropiado, tomando el cuidado de las articulaciones y usando los dispositivos o aparatos de asistencia que sirven de apoyo a las articulaciones para relevar la presión. Los agentes contra-reumáticos de la enfermedad-modificación siglas en inglés (DMARDs) se utilizan para limitar la cantidad de daño común en las articulaciones. Los DMARDs se usan tanto solos como en combinaciones. En este contexto, cabe destacar que el TNF es un importante inductor de la formación de osteoclastos y, por lo tanto, es un enlace molecular clave entre la inflamación y el daño óseo.10 Con respecto al daño del cartílago, el TNF también es un inductor de enzimas matriciales como las agrecanasas y metalo proteinasas, particularmente MMP-1, MMP-2 y MMP-3, que son producidas por fibroblastos sinoviales, neutrófilos y condrocitos y degradan la matriz del cartílago.

Otro análisis de sangre indica la cantidad de inflamación en el cuerpo. Un análisis de su historial médico, un examen físico y un análisis de sangre se utiliza para diagnosticar la artritis reumatoide. La identificación y valoración de estos autoanticuerpos, que se lleva a cabo mediante pruebas específicas en análisis de sangre, constituye uno de los aspectos más importantes que los médicos tienen en cuenta a la hora de establecer el diagnóstico, controlar la evolución e incluso perfilar el pronóstico de la AR. Estos autoanticuerpos, junto a los procesos inflamatorios repetidos y persistentes, son los causantes de las lesiones características de los trastornos autoinmunes. Las posibles manifestaciones extraarticulares, que suelen presentarse cuando la enfermedad ya está establecida, afectan principalmente a la piel, los vasos sanguíneos, el corazón, los pulmones, los ojos y la sangre. Aunque en la reacción inflamatoria participan gran diversidad de elementos y mecanismos, el proceso inflamatorio puede resumirse de la siguiente manera: ante la detección de un elemento extraño potencialmente nocivo, las células defensivas emiten la orden de que los vasos sanguíneos de la zona en cuestión se dilaten, para favorecer así la llegada de un mayor número de células y elementos https://pastillasparaartritis.com/indocin.html defensivos; pero junto a estos elementos, también llega un mayor flujo de líquido, por lo que la zona afectada se hincha, presionando y excitando las terminaciones nerviosas, generando así la sensación de dolor.

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